sábado, 14 de febrero de 2009

Repudio a la masacre de los Awas


La masacre de los indígenas Awa en el departamento de Nariño es repudiable y no tiene ninguna justificación. Una vez más se impone que los actores armados de conflicto dejen al margen de la confrontación bélica a los civiles, con mayor razón a los afrodescientes, campesinos e indígenas, que están inermes y expuestos a la barbarie. Las FARC deben pronunciarse al respecto, como lo solicitó la reciente declaración de “Colombianos y Colombianas por la Paz” en declaración que también suscribimos.

Sin embargo, no se puede pasar por alto la actitud perversa de los militares en Nariño y el resto del país, que es la de obligar a las comunidades a colaborar con información e inteligencia para sus operativos militares, lo cual las expone a las retaliaciones de la contraparte. Es lo que está sucediendo en Nariño con los Awa y si bien no justifica la acción desalmada y criminal, demuestran la irresponsabilidad y el menosprecio por la vida de los indígenas por parte de las autoridades militares.

La solución no es más militarización y más guerra en la región, sino adelantar inversión social y soluciones políticas y pacíficas del conflicto. En la medida que se incremente el accionar militar aumenta el horror y la barbarie del conflicto degradado. La prédica belicista del Gobierno atiza el conflicto.

Las FARC y otras organizaciones guerrilleras deben asumir compromisos de respeto a los civiles y de disminuir la intensidad de conflicto. Solo así se puede crear un clima favorable a las salidas políticas y pacíficas que la mayoría de los colombianos y colombianas deseamos.


Carlos A. Lozano Guillén


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