martes, 26 de octubre de 2010

El director del semanario Voz, Carlos Lozano, ofreció testimonio ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia


El director de Voz indicó que los acercamientos de la dirigente con la guerrilla iban encaminados únicamente al proceso de paz.

El director del semanario Voz, Carlos Lozano, ofreció testimonio ante la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, dentro de la investigación preliminar a la senadora liberal, Piedad Córdoba Ruiz

El periodista indicó que la dirigente sólo se acercó a esa organización guerrillera buscando la libertad de los secuestrados y una eventual negociación con la insurgencia, para promover reinserción a la vida civil.

“Con la senadora Piedad hemos hecho un trabajo público, siempre de común acuerdo con los gobiernos en cada caso, incluyendo los ocho años del señor Uribe Vélez, en función de buscar salidas políticas al conflicto”, recalcó.

Dijo que se guardaban distancias frente a la guerrilla, pero que se establecía la cercanía necesaria para llegar a acuerdos y que los resultados y la conveniencia de ese diálogo para el país saltaron a la vista.

Añadió que si en Colombia hay pleno acatamiento a las normas y respecto por la Justicia, la senadora debe salir bien librada tanto en materia disciplinaria como penal.

Añadió que Córdoba Ruiz solo obró inspirada en motivos plenamente altruistas, por cuanto su causa era única y exclusivamente humanitaria.

El Espectador


Corte Suprema reactiva investigación previa contra Piedad Córdoba.

La Sala Penal convocó como testigo en las indagaciones al director del semanario Voz, Carlos Lozano.

El director le dijo a la Corte que mientras él acompañó a Piedad Córdoba en las gestiones de paz y liberaciones de secuestrados, todas estas maniobras contaron con la autorización del Gobierno nacional.

Agregó que todas las actividades humanitarias contaron con el conocimiento del entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante sus ocho años de gobierno.

Señaló que Piedad Córdoba más que ser cuestionada o condenada debería ser cobijada con un gran homenaje.

Caracol

Respuesta a un amigo


Señor director:

En las "valoraciones éticas" de Manuel José Álvarez en su columna de opinión del pasado domingo en El Nuevo Día, arremete contra el senador Jorge Enrique Robledo y el suscrito, orgullosamente ibaguereños, porque no aceptamos que la derecha, apoyando a Gustavo Petro, pretenda la liquidación de la izquierda y del Polo Democrático Alternativo, que es una conquista popular de los colombianos. Otra cosa había dicho Álvarez hace cuatro años, cuando estuvimos en la Coruniversitaria, acompañando al maestro Carlos Gaviria, el mejor de los candidatos de la izquierda desde los tiempos de Jaime Pardo Leal, cuando nos llenó de elogios.

No importa. Pero a propósito de sus "valoraciones éticas" le faltó recordar lo que significaron para el país las dictaduras terroristas conservadoras de finales de los años cuarenta y comienzos de los cincuenta del siglo pasado, precisamente parte del origen del conflicto colombiano y de la existencia de las fuerzas insurgentes. La historia hay que contarla como es, a la vez debe registrar los hechos como son, porque el Polo no avala la lucha armada y se pronuncia es por la salida política y pacífica del conflicto. Atentamente Carlos A. Lozano Guillén, director de VOZ

Bogotá D.C. 25 de octubre de 2010

EE.UU. rechaza finalizar bloqueo contra Cuba





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Aliados indeseables

Atilio A. Boron
Rebelión

El pasado Miércoles 20 de Octubre la Argentina se re-encontró una vez más con sus peores pesadillas: en las inmediaciones de la estación Constitución de la ciudad de Buenos Aires una “patota” (grupo de choque) del sindicalismo peronista asesinó a sangre fría a Mariano Ferreyra, un joven militante del Partido Obrero, quien había concurrido al lugar para apoyar la protesta de los trabajadores ferroviarios “tercerizados” que reclamaban la regularización de su precaria situación laboral ¡en contra del propio sindicato, la Unión Ferroviaria que, coludida con la patronal, lanzó a sus matones a reprimir a los demandantes! Siga..

El tiro por la culata

Guillermo Almeyra
La Jornada


Retrocedamos hasta los años 90. El gobierno neoliberal y agente del capital financiero internacional del peronista de derecha Carlos Menem, quien decía que "tenía relaciones carnales" con Estados Unidos, entre las muchas decenas de empresas que privatizó, entregó y desmanteló estuvieron los ferrocarriles, echando a 70 mil obreros. Lo hizo con el apoyo servil del secretario del gremio ferroviario, José Pedraza, quien, ni lerdo ni perezoso, inventó empresas y cooperativas que contratan obreros del riel por una paga mucho menor que la que reciben los de planta que trabajan en lo que queda de los ferrocarriles. Ese negocio le rinde millones y, para protegerlo, el gánster-sindicalista tiene sus bandas de matones. En esto Pedraza no es el único. Los matones de la Unión Tranviarios Automotor, por ejemplo, intentaron disolver a golpes las asambleas de los trabajadores del metro, que terminaron por formar su propio sindicato democrático. Y los del gremio de la alimentación trataron en vano de impedir mediante la violencia que triunfara en la fábrica Kraft una dirección sindical democrática. El tesorero de los camioneros fue misteriosamente asesinado a cuchilladas y los grupos de choque de los charros de la Unión Obrera de la Construcción y de Camioneros pelearon a balazos su ubicación junto a los restos de Perón cuando éstos fueron trasladados. Es que los matones de la burocracia gremial son, en efecto, un rasgo tan típico del peronismo como el bombo y el himno del partido del cual el camionero Hugo Moyano es vicepresidente. Este dirigente-empresario es hoy kirchnerista, mientras la burocracia de la Confederación General del Trabajo (CGT) es el puntal "obrero" del gobierno, como antes lo fue de Menem (como el propio Néstor Kirchner, que en su momento fue menemista y neoliberal y aprobó entusiastamente la privatización del petróleo) Siga..

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