jueves, 17 de marzo de 2011

La comedia de La Tebaida

Publicada en VOZ Ed. 2579 Pág. 16 del 2 al 8 de marzo de 2011
 
La historia del avión fantasma y la desmovilización del sapo

*Así tituló VOZ, en la edición del 15 de marzo de 2006 (No. 2333), la supuesta desmovilización del frente “Cacica La Gaitana” de las FARC, que resultó ser una farsa, reconocida 5 años después. “El culebrón del doctor Ternura”, lo calificó en su momento Álvaro Vásquez.

*Hernando López

El 7 de marzo de 2006, dos meses antes de la reelección de Álvaro Uribe Vélez, en plena campaña electoral, se realizó en La Tebaida, Alvarado, norte del departamento del Tolima, la “desmovilización” de 66 guerrilleros del frente “Cacica La Gaitana” de las FARC, en pintoresca ceremonia presidida por Luis Carlos Restrepo y el desertor y “gestor de paz”, Raúl Agudelo, alias “Olivo Saldaña”. La reinserción de los “guerrilleros” fue avalada por el entonces comandante del Ejército, general Mario Montoya y reivindicada a favor de la campaña reeleccionista por el presidente-candidato Álvaro Uribe Vélez.
 
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Cinco años después, el Gobierno de Juan Manuel Santos, ante la decisión de un fiscal de investigar a Restrepo, Saldaña y otros participantes de la farsa politiquera, declaró que “la justicia opere si algo se hizo mal” al tiempo que ofreció toda la colaboración a la Fiscalía para esclarecer lo que algunos llaman un enorme “falso positivo”. Dos “desmovilizados” de las FARC, confesaron ante fiscales de justicia y paz, que la entrega de los 66 guerrilleros fue un montaje del Gobierno Nacional, urdido por Restrepo con “Olivo Saldaña¨y otros avivatos que querían beneficios y dinero.

En estos días, tras cinco años de defender a ultranza la mentira, la justicia y el Gobierno comienzan a reconocer que fue un montaje y un engaño. En la edición de VOZ del 15 de marzo de 2006, en artículos publicados en las páginas 2 y 7, en esta última en la columna Enfoque de Álvaro Vásquez, se denunció que se trataba de un engaño, pues según fuentes consultadas, inclusive de inteligencia militar, no existía ningún frente con ese nombre y que el “comandante Biófilo”, cabeza según decían del “Frente Cacica La Gaitana”, era un estudiante de la Universidad Nacional, acusado por algunos de estar dedicado a la venta de droga y de reconocida conducta descompuesta (“lumpenesca” nos dijo un dirigente estudiantil de la época).

Obra de bandidos

El otro personaje, “gestor de la desmovilización”, Raúl Agudelo (alias “Olivo Saldaña”), es un desertor de las FARC que huyó de sus filas llevándose varios millones de pesos. Amigo de narcotraficantes, incluyó en la “desmovilización”  al narco Hugo Alberto Rojas, quien le reconoció dos mil millones de pesos, según revelan testigos. También, Saldaña y Biófilo entregaron un avión, supuestamente de las FARC, pero resultó estar decomisado a las mafias del narcotráfico de la costa Atlántica, ubicado desde meses atrás en el aeropuerto de Corozal y cuyo dueño no era otro que el narco Hugo Alberto Rojas, ahora extraditado.

Saldaña es un bandido, lo califican quienes más lo conocen, testigo de oficio contra dirigentes sindicales y de izquierda en el Tolima y otras regiones. Fundó con la señora Ludwin Zampolle de nacionalidad holandesa, una ONG que se llama “Manos para la Paz”, dedicada a promover la deserción de guerrilleros en las cárceles y a reclutar testigos para acusar a la gente de izquierda ante la Fiscalía. Esa misma ONG está en el ojo de la justicia, porque varios de sus “ex guerrilleros” integrantes se dedicaron a plantar minas antipersonales que luego eran reportadas a las autoridades en la modalidad de “falsos positivos” para cobrar recompensas. A ello no es ajeno Agudelo o “Saldaña”.  La misma señora Zampolle, ante la fuerza de los hechos y para deslindar campos, denunció a Saldaña y reconoció que esa “desmovilización” fue un engaño financiado con dineros del Estado y del narcotráfico. Bastante tarde pero vale la reacción.

El principal protagonista
 
 
 
Imagen de muestra
El principal protagonista del espectáculo fue Luis Carlos Restrepo, en ese tiempo Alto Comisionado de Paz, que lo montó con bastante resonancia en los medios y como parte de los logros de la seguridad democrática en plena campaña electoral reeleccionista. A todo el mundo le llamó la atención la pinta de los guerrilleros, estrenando uniformes, bien bañados, con botas muy limpias y sin armamento de consideración para un frente que se decía de vital importancia en el Tolima. Hasta no dejó de ser curiosa la cola de caballo del “comandante Biófilo” al frente de su supuesta tropa. Una indumentaria poco común para un guerrillero.

Ahora se conoce que varias de las armas eran de madera y que los 66 guerrilleros fueron reclutados por Saldaña en barrios de Bogotá y de otras ciudades entre delincuentes y sicarios. No es la primera vez que se acusa a Restrepo de este tipo de procedimientos de burla al país y al mundo, pues Juan Carlos Sierra, alias  El Tuso, dijo que había pagado su incorporación a justicia y paz y Freddy Rendón “El Alemán”, hermano del narcotraficante “Don Mario”, hizo denuncias semejantes. También se le investiga por otras desmovilizaciones de insurgentes que no están plenamente comprobadas.

Un sapo de la inteligencia

Raúl Agudelo Medina, un simple sapo de los organismos de inteligencia, fue convertido por Restrepo en “gestor de paz” y aunque el Gobierno decía que estaba en cautiverio, varias personas lo reconocieron en la calle y en las frecuentes visitas a la oficina de “Manos por la Paz” en el centro de Bogotá. A bordo de camperos y acompañado de gente armada, visitó a desplazados del sur del Tolima y los invitó a colaborar con la justicia, amenazando a los que no lo hicieran. Según afirman los voceros gubernamentales, Saldaña está en una cárcel para desertores y desmovilizados en Chiquinquirá, pero hay quienes aseguran que sale con frecuencia de ella en función de su condición de “gestor de paz”.

Su benefactora la señora Zampolle le ha quitado todo el apoyo y el Gobierno asegura que estudiará su condición como la de otros “gestores de paz”. Entre tanto, varios jueces ordenaron investigarlo por falso testimonio y fraude procesal. Todo indica que saldrá de justicia y paz, aunque algunos uribistas están moviendo influencias para que se le mantenga el crédito de testigo preferencial. Ya rindió falso testimonio como en 6 procesos diferentes, entre ellos contra el ex gobernador del Tolima y ex senador del PDA, Guillermo Alfonso Jaramillo.

Luis Carlos Restrepo está encartado, al igual que los generales Mario Montoya y Lelio Suárez Tocarruncho, ex comandante de la VI Brigada. Tendrán que responder ante la justicia. Ya no cuentan con el apoyo de los uribistas en el poder. El ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, aseguró que si se comprueban estas versiones los responsables deben ser judicializados. Otro de los “desmovilizados”, convertido en testigo de la Fiscalía, dice que recibieron dinero de Restrepo para comprar armas en la costa y entregarlas en La Tebaida. Como dijo en la época el columnista de VOZ, Álvaro Vásquez: “Un culebrón del doctor Ternura”, al tiempo que señaló que Alfredo Rangel, exponente de la ultraderecha, había dicho que era el más duro golpe a las FARC en toda su historia. Rangel, ahora, guarda absoluto silencio.

Foto 1: Parte de los “desmovilizados en La Tebaida, que fueron reclutados por Olivo Saldaña y con la anuencia de Restrepo.

Foto 2: Facsímil de la información de VOZ en marzo de 2006 alertando de la farsa del gobierno de Uribe Vélez.

Foto 3: Facsímil de la columna de Álvaro Vásquez en VOZ del 15 de marzo de 2006.

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