martes, 12 de julio de 2011


El viceministro Rueda puede dar un buen ejemplo declarándose impedido en cualquier trámite que involucre a empresas en las que tengan intereses los contratantes de la compañía de su familia.


Los conflictos de intereses no demeritan a un funcionario. Simplemente deben hacerse públicos para que otro tome las decisiones cuando surja una eventual incompatibilidad. El viceministro de Turismo, Óscar Rueda García, puede estar en esa situación, y es bueno poner el tema sobre el tapete.

El doctor Rueda es un profesional de larga trayectoria en el sector turístico y ha sido el viceministro del ramo desde que se creó el despacho, en agosto de 2006. Dentro de sus obligaciones legales está revisar en segunda instancia las quejas contra los prestadores de servicios turísticos.

Es decir, él debe decidir en últimas si se sanciona –por ejemplo– a un hotel que incumpla lo que promete a sus clientes.

Uno de esos hoteles es Villa Valeria, el complejo golfístico creado por el presidente de SaludCoop, Carlos Palacino, y al cual están vinculados como accionistas y administradores varios miembros de su familia.

Algunos usuarios de ese hotel han manifestado su insatisfacción por los servicios allí recibidos. Entre ellos está el señor Fernando Herrera Ramírez, quien firma una larga queja en una comunicación dirigida al viceministro de Turismo, Óscar Rueda. Carta que incluso aparece publicada en internet.

Allí, quien se identifica como un huésped decepcionado, relaciona más de cincuenta presuntos incumplimientos del hotel. Las autoridades del sector turismo, y el viceministro en última instancia, deben determinar si realmente se han presentado esas irregularidades por parte de la empresa hotelera. Esperanzado en eso, el señor Herrera culmina su memorial de agravios diciendo: “Tenemos un excelente viceministerio de Turismo”.

El problema consiste en que mientras el viceministro recibía quejas del hotel del señor Palacino, su esposa recibía contratos de SaludCoop.

En septiembre de 2007, un año después de la posesión del viceministro, su esposa, doña Martha Janeth Plata Navas, aceptó la gerencia de una compañía llamada Terrapack Limitada. La empresa se especializa en producir, importar y exportar polietileno, polímero y poliéster.

Esta compañía se convirtió en la principal proveedora de este tipo de suministros para SaludCoop. Aún después de la intervención, ha recibido pagos del gigante de la salud.

Pero ahí no para el asunto. Los accionistas de la compañía Terrapack son los hijos de doña Martha Janeth Plata y del señor viceministro Óscar Rueda García.

De acuerdo con los registros públicos, los dueños de la compañía son los jóvenes Camilo Andrés Rueda Plata, María Paula Rueda Plata y Óscar Felipe Rueda Plata.

Es decir, Terrapack es una empresa familiar cuyas acciones están a nombre de los hijos del viceministro. La empresa está gerenciada por la esposa del viceministro. Y ha tenido como millonario cliente al grupo SaludCoop, cuyo gerente es dueño de un hotel vigilado por el viceministro.

Es probable que no exista una incompatibilidad legal, pero lo seguro es que un usuario inconforme de Villa Valeria no encontrará que un viceministro en estas circunstancias pueda garantizarle un trámite imparcial a una queja contra el hotel del señor Palacino.

El viceministro Óscar Rueda puede dar un buen ejemplo declarándose impedido en cualquier trámite que involucre a empresas en las que tengan intereses los contratantes de la compañía de su familia.

Sería un buen gesto. Muy diferente al de su jefe, el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados, cuya esposa trabajaba para SaludCoop mientras la Superintendencia de Industria y Comercio –adscrita a ese Ministerio– investigaba a varias empresas de ese grupo.

¿Qué creen que hará? 

Semana

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