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| Madrid |
Agencias
La manifestación volvió a expresar un fuerte rechazo a los banqueros, los políticos y el sistema financiero, a los que consideran culpables de la actual crisis económica y social que en España ha dejado casi 5 millones de desocupados.
Miles de españoles “indignados”, algunos llegados desde distintos puntos del país, volvieron este domingo a tomar las calles de Madrid para exigir “un cambio de sistema”, en una nueva jornada emblemática para este movimiento de protesta ciudadana surgido hace poco más de dos meses.
La “Marcha Popular Indignada” partió de la madrileña estación de Atocha al caer la tarde en un recorrido que culminaría en la simbólica Puerta del Sol, donde los participantes tenían previsto debatir allí sus objetivos a corto plazo, como el futuro calendario de acciones.
La manifestación, que marchó bajo el lema “No es la crisis, es el sistema”, volvió a expresar un fuerte rechazo a los banqueros, los políticos y el sistema financiero, a los que consideran culpables de la actual crisis económica y social que en España ha dejado casi 5 millones de desocupados, reseñó Télam.
La cita había sido marcada para reunir en una manifestación unitaria a miembros de las diferentes asambleas de España, cientos de los cuales llegaron el sábado a la capital a pie en columnas que partieron desde diferentes puntos de España, como Valencia, Cataluña, País Vasco, Galicia, Andalucía y Extremadura.
“¡Que no, que no, que no nos representan!” y “El pueblo unido jamás será vencido”, volvieron a ser las consignas más escuchadas. También coreaban “lo llaman democracia y no lo es” y “La lucha sigue cueste lo que cueste”.
Los indignados, entre los que había familias enteras que marcharon en un ambiente festivo dominado por los jóvenes impulsares de la protesta, portaban pancartas en los que se podían leer distintos mensajes, algunos muy originales y poéticos.
“El capitalismo es el genocida más respetado del mundo”, “El futuro nación el 15 de mayo”, “Dormíamos, despertamos”, “Parados moveos: juntos podemos”.
Esta manifestación era una nueva gran apuesta del Movimiento de los Indignados o 15-M, fecha en que irrumpió la protesta espontánea de los españoles para exigir cambio político y social en el contexto de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo.
Después de aquella jornada, convocada por la plataforma “Democracia Real Ya”, miles de personas acamparon en las principales plazas del país, donde funcionaron durante más de un mes asambleas populares en las que los ciudadanos autoconvocados analizaron la actual situación de crisis y los cambios que quieren llevar a cabo para transformar el sistema político y económico.
Las acampadas se fueron levantando paulatinamente a partir del 12 de junio, cuando los indignados madrileños abandonaron la Puerta del Sol, llama de la protesta.
Sin embargo, el pasado 19 de junio, el Movimiento 15-M hizo una demostración de fuerza sacando a cientos de miles de personas a las calles en todo el país para protestar contra los recortes sociales del gobierno español y en Europa y reclamar una democracia real.
Ahora, el desafío es mantener vivo el movimiento a través de las asambleas y redes creadas en los barrios. Uno de los objetivos en conseguir una reforma del sistema electoral, también hay muchas otras propuestas de carácter social.
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