miércoles, 16 de noviembre de 2011

Estado evade, esconde o minimiza su responsabilidad

Colectivo
En los últimos días el Estado colombiano ha tratado de evadir, esconder o minimizar su responsabilidad en los más horrendos crímenes de lesa humanidad perpetrados contra el pueblo colombiano y por los cuales ya ha sido condenado en el orden interno y/o internacional.


En este sentido se habla de falsas víctimas en la masacre de Mapiripán-Meta, y claro, se aprovecha la ocasión para hablar también de otros hechos como la masacre de Trujillo-Valle del Cauca, y no podía faltar la alusión a uno de los hechos más espantosos como fue la masacre de 7 niños y niñas entre los cinco y dieciséis años, y de 10 campesinos y campesinas, causado por un bombardeo indiscriminado de la Fuerza Aérea Colombiana contra el pueblo inerme del caserío de Santo Domingo-Tame-Arauca, el 13 de diciembre de 1998.

Como se vio obligado a reconocerlo el Estado, debido a la contundencia de las pruebas recaudadas y aportadas, el crimen se produjo con el lanzamiento de una bomba Closter de fabricación estadounidense donada al Estado colombiano para la supuesta lucha “antidrogas”, lanzada desde un helicóptero de la Fuerza Aérea luego de que un avión Sky Máster, de la empresa contratista al servicio de la trasnacional petrolera OXY, Air Scan, suministrara las coordenadas. No contentos con ello, desde los helicópteros del Ejército colombiano se ametralló a los vehículos donde se transportaban los heridos hacia el casco urbano de Tame para que recibieran asistencia médica.

Desde el mismo momento del abominable crimen, el Estado colombiano ha tratado de negar su responsabilidad en el mismo, así recordamos que el entonces comandante de la Fuerza Aérea, General Héctor Fabio Velazco, el mismo día salió a los medios para informar que habían dado de baja 17 guerrilleros y habían resultado heridos otros 25; después cuando se vio obligado a retractarse, se concentró él y todo el aparato del Estado, en función de encubrir los hechos y obstaculizar las investigaciones en aras de que éste se quedara en la impunidad, es así como se planteó que no se trató de un bombardeo sino de la explosión de un artefacto colocado dentro de un vehículo por parte de las guerrilla de las FARC; además se ha estigmatizado y perseguido a las víctimas y a los defens! ores de Derechos Humanos que hemos liderado la campaña para que este vil crimen no quede en la impunidad, también se han utilizado supuestos reinsertados de la guerrilla para afirmar que efectivamente fue la detonación de un artefacto puesto por ellos el que causó las muertes y no una bomba lanzada desde los helicópteros.

Las pruebas realizadas sobre los residuos dejados por la bomba, fueron practicadas en los Estados Unidos por miembros del Buró Federal de Investigaciones FBI, y las demás pruebas fueron ordenadas y practicadas por los organismos competentes.

Fue gracias a la valentía, el coraje y la audacia de las víctimas, la comunidad, las organizaciones sociales de Arauca y esta Fundación, sumada al acompañamiento de organizaciones y comunidad nacional e internacional, alrededor de la consigna “Santo Domingo: Hoy, Mañana y Siempre…Persistiendo por la verdad, la justicia y la reparación integral”, que se posibilitó el avance en las investigaciones, la visibilización del hecho y la responsabilidad del Estado, y que la verdad no se pudiera ocultara como se pretendió desde el principio.

Hoy no nos sorprende esta nueva artimaña del Estado colombiano, pues es un esfuerzo más por perpetrar la impunidad en los casos de Crímenes Lesa Humanidad y revictimizar a las víctimas, por lo cual “Quedará de nosotros algo más que la palabra, nuestro deseo candente de derrotar la impunidad”.

POR LA DEFENSA DE LA VIDA, LOS DERECHOS HUMANOS Y LA PERMANENCIA EN EL TERRITORIO
FUNDACIÓN DE DERECHOS HUMANOS JOEL SIERRA
NUESTRA ACCIÓN SOCIAL ES LEGAL Y LEGÍTIMA

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