viernes, 23 de diciembre de 2011

“Jorge Noguera se convirtió en el Vladimiro Montesinos de Álvaro Uribe”.

Semana.- Entrevista exclusiva con Rafael García (Completa)

“Jorge Noguera se convirtió en el Vladimiro Montesinos de Álvaro Uribe”. Rafael García, el hombre de confianza de Jorge Noguera, le contó a SEMANA los secretos del ex director del DAS. Reveló las relaciones de los paras y los narcos en la campaña electoral de 2002 y cómo se planeó y ejecutó un fraude en las elecciones que llevaron al poder a Álvaro Uribe.

SEMANA: ¿Cómo fue el fraude electoral?

RAFAEL GARCÍA: Hay muchas imprecisiones respecto de eso. Por ejemplo dicen que hubo un fraude técnico y yo no he hablado de un fraude técnico. Lo que dije fue que se organizó un fraude electoral para llevar a unos candidatos de preferencia del Bloque Norte de las AUC al Congreso. Mencioné tres senadores del Magdalena, tres candidatos a la Cámara de Representantes por el Magdalena, dos candidatos al Senado por Cesar y dos para Cámara, dos candidatos a la Cámara por La Guajira y un candidato al Senado por Bolívar. El fraude funcionó así: el señor José Gamarra nos pidió a Enrique Osorio de la Rosa y a mí que estudiáramos la posibilidad de ver cómo se hacía para garantizar la votación sin que la gente fuera a votar, porque la gente al verse presionada por los paramilitares lo que hacía era abstenerse de ir a votar. Enrique es un tipo que trabajó 18 años en la Registraduría y él conoce muchísimo sobre el tema y fue quien diseñó todo el modus operandi. Él lo que dijo fue: hay que buscar los nombres de los votantes en cada mesa para que los jurados puedan incluirlos en los tarjetones y suplantar a los electores. Lo que se hizo fue un programa de computador que cargaba el censo electoral.

Compramos cuatro censos electorales que no son disponibles al público y los consiguió Enrique. Del Cesar, Magdalena, La Guajira y Bolívar. Ese programa cargaba los censos y mostraba mesa a mesa cada puesto de votación de los municipios que se quisieran manipular. Esos listados se les entregaron a los candidatos y ellos se los repartieron a los jurados que ellos habían designado y que las autodefensas obligaron a los registradores a que los nombraran. Al final de la jornada electoral, o en medio de ella, lo que se hacía era que la gente que no iba a votar se suplantaba. Se cogía el tarjetón, se marcaba por el candidato que había escogido el Bloque Norte de las AUC y firmaba por él. Yo nunca hablé de fraude técnico. El programa de computador fue una herramienta de apoyo para el fraude que fue realizado a través de los jurados.

SEMANA: ¿Cómo consiguieron los listados?

R.G.: Por cada censo electoral se pagaban cuatro millones de pesos. Eso lo entregó José Gamarra a Enrique Osorio. No sé de dónde habrá sacado el dinero él, no sé si se lo habría dado “Jorge 40”. Enrique compró esos censos a personajes de la Registraduría en Bogotá. No sé a quién pero nos lo enviaron por correo. Yo mismo lo acompañé a la oficina de Deprisa para reclamar los cuatro CD cuando llegaron.

SEMANA: ¿Ya le explicó eso a la Fiscalía?

R.G.: Yo le expliqué con todo detalle. Ahora quiero hacer claridad en algo. Yo no he dicho en la Fiscalía que el doctor Uribe buscó ese favorecimiento. Lo que dije fue que esos señores apoyaban la candidatura del doctor Uribe y usted sabe que en cualquier elección los parlamentarios están comprometidos con una votación con el candidato a presidente. Luego para garantizar su votación hacia el doctor Uribe, repitieron el mismo fraude electoral en las presidenciales. Yo no he dicho que el doctor Uribe buscó ese fraude. Lo que dije fue que esos señores, el mismo fraude que hicieron para elegirse ellos, lo repitieron para aportarle los votos al Presidente.

SEMANA: ¿Usted sabe si Álvaro Uribe se enteró de ese fraude?

R.G.: Yo no sé qué tanto pudo haber sabido él. Pero sí sé que el señor José Gelves que era el ideólogo del “Frente Resistencia Tayrona” dijo en SEMANA en la revista anterior: “Nosotros le hicimos campaña a Uribe, yo me reuní con el candidato”. ¿Por qué nadie le ha prestado atención a eso? Ahora el señor está diciendo que esas reuniones fueron entre el 2001-2002 cuando Uribe era candidato. En SEMANA él dice que se desmovilizó en el 2006 y que tenía seis años de pertenecer a las autodefensas. ¿Por qué nadie le ha preguntado al doctor Uribe por qué se reunió con alguien que era miembro de las autodefensas? ¿Por qué ese señor le estaba haciendo campaña al doctor Uribe? ¿ Por qué recibía respaldo de él en su campaña? En las elecciones regionales, que fueron al día siguiente del referendo, yo estuve con Jorge Noguera. Él me fue a buscar a la casa de mis padres a Santa Marta y me dijo que lo acompañara. Primero me llevó a mí para que yo votara. Todo el mundo nos vio. Luego yo lo acompañé a él al Liceo Celedón para que él votara. Luego él me dejó en mi casa y me dijo que tenía un almuerzo. Después me encontré con José Gelves y me dijo que había estado con Noguera en el restaurante Panamerican y estaba también Raúl Montoya, que es una persona reconocida en Santa Marta que financió la campaña de Álvaro Uribe.

SEMANA: ¿Qué papel tuvo Juan Carlos Vives durante la campaña de 2002?

R.G.: Juan Carlos Vives es muy amigo de Jorge Noguera. Inclusive en una oportunidad Jorge quedó como gobernador encargado. Es más, en la campaña para el referendo, por ejemplo, a mí me pagaban viáticos y pasajes por cuenta del DAS para que viajara a la Costa para hacer campaña. Jorge y Juan Carlos recorrieron todo el Magdalena en una avioneta con Trino Luna haciendo campaña. En la gran mayoría de los municipios del Magdalena solo se podía hacer política con el permiso de “Jorge 40” . Entonces yo me pregunto: ¿Será que “40” les dio permiso para hacer política? En el caso de Trino Luna, Jorge Noguera fue a donde “Jorge 40” y le pidió que respaldara a José Fernández de Castro que es su amigo , pero “Jorge 40” le dijo que no porque ellos apoyaban a Trino Luna y así fue. Todos tenían que votar por él. Jorge fue a la reunión con “40” un sábado acompañado por el general retirado Rito Alejo. Mire, le voy a decir una cosa. Jorge Noguera se convirtió en el Vladimiro Montesinos del gobierno de Álvaro Uribe. Conspiraba contra gobiernos de países vecinos, terminaba con líderes de izquierda, participaba en operaciones de narcotráfico, mantenía relaciones con grupos de paramilitares, etc, etc.

CAMPAÑA-PARAS-NARCOS

SEMANA: ¿ Por qué no le ha contado a la Fiscalía que usted acompañaba a Jorge Noguera a las reuniones con Jorge 40?

R.G:: Yo no he contado muchas cosas porque no tengo plena confianza en la Fiscalía. El hecho de que se hayan filtrado las declaraciones creo que me da la razón. Yo considero que el problema mío, mi encarcelamiento es un problema político. Yo no estoy detenido por lo que presuntamente hice sino por todo lo que yo sé que involucra a mucha gente del gobierno en temas muy espinosos. Entre ellos temas muy delicados de narcotráfico. En la campaña de Uribe de 2002 yo considero que hubo cosas muchísimo más graves que las que sucedieron en la campaña de Samper y eso es lo que me mantiene detenido.

SEMANA: ¿Cuáles son esas cosas graves?
R.G.: Hubo muchos vínculos de paramilitares y narcotraficantes. Por ejemplo yo me he preguntado por qué la Fiscalía no se dedicó a averiguar quiénes son los señores que aparecen en el expediente: el señor Néstor Caro, el señor Camacho Martínez y qué papel desempeñaron ellos en la campaña al Senado y en la misma campaña presidencial.

SEMANA: ¿Qué papel jugaron?

R.G.: Le recuerdo que el señor Néstor Ramón Caro estaba solicitado en extradición desde 2001. Investiguen qué papel desempeñó él como aportante financiero en la campaña del doctor Uribe en la campaña del 2002.

SEMANA: ¿Qué tanto sabía Uribe de lo que estaba haciendo Jorge Noguera durante la campaña presidencial de 2002?

R.G.: No me consta, pero sí sé que hubo muchas personas relacionadas con narcotráfico que estuvieron vinculadas a la campaña. Por ejemplo en el Magdalena el señor Raúl Montoya le pagaba, inclusive, un salario mensual a Jorge Noguera para que se desempeñara como gerente de campaña en Santa Marta. El señor Raúl Montoya está mencionado como narcotraficante en el libro “El General Serrucho”. Hay otro que se llama Ramón Crespo que vive en Barranquilla sobre quien también hay muchas sospechas de vínculos extraños y ese señor es muy amigo del doctor Uribe. No sé si recuerda que el doctor Uribe siendo Presidente electo uno de los primeros viajes al exterior que hizo fue a Venezuela y pueden verificar que el señor Ramón Crespo, que era novio de la señora Clara Palacios, tesorera de la campaña en el Magdalena, hicieron parte de la comitiva oficial del doctor Uribe. Más adelante cuando nosotros llegamos al DAS nos dijeron que a Clarita Palacios no le dieron ningún puesto en el gobierno y nos dijeron que era por su relación con el señor Ramón Crespo. Y así hay muchos casos. Está el caso del señor Néstor Ramón Caro que era de una organización presuntamente de narcotraficantes del Casanare y que ha financiado campañas al Senado. Ellos habían negociado con el DAS, la Dijin y la Fiscalía. Pagaron aproximadamente tres millones de dólares para sanear todos sus problemas. Hasta donde yo sé esos señores andan públicamente.

SEMANA: ¿En que se basa para afirmar que, como usted lo dice, que su caso es una persecución política en la que usted es el chivo expiatorio?

R.G.: Yo desconozco el origen de todo esto. Jorge Noguera hasta el día anterior a mi detención estuvo hablando conmigo a las seis de la tarde. Jorge inclusive me pidió cosas para que se las hiciera más adelante. Yo nunca sabré en realidad qué fue lo que en verdad ocurrió. Pero sí sé que a nivel de la campaña de Uribe se hicieron ciertos acuerdos con la organización del señor Néstor Caro y que posiblemente se vieron entorpecidos por el escándalo que sucedió

SEMANA: Usted dice el el señor Néstor Caro hizo aportes económicos a la campaña de Uribe y senadores. ¿A qué senadores se refiere?

R.G.: Yo sé que él hizo aportes bastante considerables a la campaña del señor Germán Vargas Lleras. Le aconsejo que revise los listados de los candidatos de la lista de Germán Vargas en las elecciones de 2002 y averigüen el pasado de cada una de esas personas. Allí hay personas que posiblemente tienen vínculos con grupos paramilitares en el sur del país

SEMANA: ¿Qué le comentaba Noguera sobre la relación con Jorge 40?

R.G.: En varias ocasiones Jorge Noguera me dijo que Jorge 40 estaba muy agradecido por la colaboración que él le había prestado.

SEMANA: Usted acompañó a Noguera en varias ocasiones a esos encuentros con Jorge 40. ¿Cuántas veces lo hizo?

R.G.: Me abstengo de contestar eso.

SEMANA: ¿Cuántas veces vio usted a Álvaro Pupo, primo de Jorge 40, entrar al DAS a visitar a Noguera?

R.G.: Lo vi dos o tres veces... pero casualmente hay algo a lo que la Fiscalía no ha querido prestarle atención. El día de mi detención a mí me encontraron en mi maletín un listado de personas relacionadas con el frente Resistencia Tayrona de las AUC. Ese listado está encabezado por Hernán Giraldo. Cuando me preguntaron por ese listado en la indagatoria dije que me lo había entregado Jorge Noguera para que buscara en el sistema qué había sobre ellos. Les dije, inclusive, que eso era letra de Noguera. La Fiscalía nunca quiso hacer prueba grafológica sobre el tema. Sin embargo él mismo me dijo a mí que ese listado se lo había dado a Álvaro Pupo para que se lo llevara e informara a la gente. Mucha de esa gente era objeto de investigación del coronel Heriberto Parra de la Policía del Magdalena y que había lanzado numerosos operativos en contra de la gente del frente Resistencia Tayrona. Álvaro Pupo era el correo entre el Bloque Norte de las AUC y Jorge Noguera. Cuando él quería dar a conocer operativos o algo que afectara al Bloque Norte él los enviaba a través de Álvaro Pupo.

SEMANA: Usted acompañó en varias oportunidades a Noguera al Palacio de Nariño. ¿Qué tanto sabía de todo esto el presidente Álvaro Uribe ?

R.G.: No le puedo contestar eso. Se lo diré a la Fiscalía o a un gobierno extranjero después de que esté protegido con mi familia.

Lo que yo le digo a la opinión pública es: ¿Será que lo que hizo Vladimiro Montesinos, Fujimori no lo sabía?. Yo no entiendo cómo una persona pudo haber hecho tantas cosas sin que su superior no lo supiera. Yo lo que estoy diciendo es la verdad. Si tengo que pagar con mi vida por atreverme a decir la verdad, yo asumo las consecuencias.

SEMANA: Si Jorge Noguera tiene conocimiento que usted sabe tanto, ¿por qué lo iba a dejar solo?

R.G.: No sé. Eso también me lo pregunto yo. Yo fui leal con él toda mi vida hasta el día antes de mi detención. Si a mí me hubiera tocado asumir culpas por él, lo hubiera hecho. Siempre y cuando él me lo hubiera pedido. Pero me dejo solo. Siguió su vida normal y así no es.

VENEZUELA

SEMANA: ¿Por qué no le ha contado a la Fiscalía que usted acompañaba a Jorge Noguera a Venezuela, que pasaban por Cúcuta sin dejar registros migratorios para reunirse con los antichavistas?...

R.G: Yo hay muchas cosas que me abstengo de contarle a la Fiscalía y buscaré el momento y el escenario oportuno porque yo tengo una familia y todos estamos amenazados de muerte. A mi hijo tuve que sacarlo del colegio, a mi papá tuve que sacarlo de Santa Marta. Necesito protección y se la he pedido a la Fiscalía y la Fiscalía nunca me la ha querido dar. Yo no puedo seguir denunciando cosas.

SEMANA: ¿De quién fue la idea del plan conspirativo en Venezuela?

R.G.: Eso fue un proceso muy grande y yo prefiero no hablar de eso en este momento, pero eso es algo muy grande. Prefiero no hablar de eso. Yo tengo que proteger a mi familia.

SEMANA: ¿Puede decir si Noguera estuvo conspirando contra Chávez?

R.G.: Muchas de las cosas que se han dicho son ciertas...Yo soy testigo de primera mano de eso. Yo estuve muy al tanto de lo que ahí se manejó.

SEMANA: ¿Cuántas veces pasaron a Venezuela?

R.G.: Prefiero no hablar de eso en este momento. Todavía hay muchos temas que aún no se han tocado. Están los asuntos con países vecinos, la cúpula del DAS estuvo untada de narcotráfico, tuvieron muchos vínculos con organizaciones de reconocidos narcotraficantes y eso todavía falta por decirse.

SEMANA: Cuando usted dice que las cosas de la conspiración contra Chávez son ciertas ¿a qué se refiere exactamente?

R.G.: Sí existió un plan de desestabilización contra el gobierno venezolano y hay mucha gente del gobierno colombiano comprometida.

SEMANA: ¿Aparte de Noguera quién mas?

R.G.: hay mucha gente del alto gobierno comprometida en el asunto.

SEMANA: ¿Ese mismo grupo planeó el asesinato del fiscal venezolano Danilo Anderson?

R.G.: El plan contemplaba el asesinato de varios líderes de ese país. En los planes que yo conocí no figuraba Danilo Anderson. Eso fue una equivocación o no sé si más adelante se decidió lo contrario pero sí había personajes de muy alto nivel de ese gobierno los cuales eran objetivo del plan...

SEMANA: ¿La periodista venezolana Patricia Poleo participó en ese plan?

R.G.: Yo sé que ella mantenía una relación de amistad con el señor Jorge 40.

SEMANA: ¿Dentro de esos planes estuvo el envío de los paramilitares que aparecieron en Caracas?

R.G.: Quiero dejar ya el tema así. Ya he dicho mucho que demuestra que conozco el tema. El gobierno ha querido utilizar la estrategia de desvirtuar mi credibilidad pero estoy seguro que si hay una investigación objetiva de todas las denuncias que yo he puesto en conocimiento estoy seguro que va a salir a relucir la verdad...

SEMANA: ¿Usted estaría dispuesto a contarle lo que sabe a la justicia venezolana?
R.G.: Yo quisiera arreglar mi problema judicial en Colombia pero para proteger mi vida y la de mi familia yo no tendría ningún problema en hablar con ellos.
SEMANA: ¿Para usted hay una relación entre Jorge Noguera, Jorge 40 y el crimen del fiscal venezolano Danilo Anderson y la conspiración para asesinar al presidente Hugo Chávez?

R.G.: Sí. Sí la hay

SEMANA: ¿Jorge Noguera participó en las reuniones en Venezuela?

R.G.: Yo me abstengo de hablar de eso.

SEMANA: ¿Usted era el único que sabía?

R.G.: Hasta donde yo se éramos dos personas las que sabíamos y del alto gobierno sabían seis personas sobre el tema pero no le voy a decir los nombres.

SEMANA: ¿Del DAS, quiénes más sabían?

R.G.: Un ex director de inteligencia.

SEMANA: ¿Lo sabía el presidente Álvaro Uribe?

R.G.: No lo sé. Lo único que le puedo decir es que en diciembre del 2002 yo recibí instrucciones de colocar en línea un sistema de información en el puesto fronterizo de Paraguanchón, en La Guajira, a unos costos exageradamente altos para tener información de inteligencia y toda la información del DAS disponible en la frontera con Venezuela. Fue el primer puesto fronterizo que se caracterizó por eso y recuerdo que Jorge Noguera me presionó mucho para que hiciéramos eso. Hubo que movilizar a más de media oficina de informática para hacer este trabajo en tiempo récord.

SEMANA: ¿En cuánto tiempo se hizo?
R.G.: Lo hicimos en 15 días. Teníamos el sistema de información de Paloquemao en línea con terminales de computadoras allá en Paraguanchón. Con eso podíamos consultar toda la información de inteligencia, es decir, toda la base de datos del DAS.

SEMANA: ¿Pero eso se hizo para controlar el sistema de migración?

R.G.: La intención era tener el control migratorio en ese puesto, pero los costos eran exagerados puesto que colocamos un canal satelital que costaba mucho dinero.

SEMANA: ¿Pero había labores de inteligencia que iban más allá del control migratorio?
R.G.: Claro que sí. A mí siempre me llamó la atención que esa información la pusiéramos en un puesto fronterizo tan lejano en la cual no había funcionarios apropiados para manejar esa información. Posteriormente en el 2004 teníamos todos los puestos fronterizos y todas las seccionales conectadas.

SEMANA: Si tenían ya todo ese control en la frontera, ¿cómo en mayo de ese año pasó la frontera el grupo de 152 paramilitares a territorio venezolano sin que se dieran cuenta?

R.G.: No quiero hablar de eso.

SEMANA: Seis meses después fue asesinado el fiscal venezolano Danilo Anderson. ¿ Qué escuchó usted sobre ese crimen?

R.G.: Inicialmente los planes no contemplaban a Danilo Anderson.

SEMANA: ¿ Usted por qué sabe?

R.G.: Yo soy testigo de primera mano de las cosas que sucedieron. Yo soy testigo de muchas cosas.

NEGOCIOS Y CORRUPCIÓN

SEMANA: ¿Cuál era el papel de Giancarlo Auqué, el director de Inteligencia en el DAS?

R.G.: Yo siempre me he referido a Giancarlo como un genio del mal. Yo conozco a Noguera desde hace muchísimo tiempo y a mí me tenía asombrado el poder de Giancarlo sobre Noguera. Ese señor (Giancarlo) era prácticamente quien manejaba el DAS.

SEMANA: ¿Cuál es la relación de Noguera con la familia Dávila Armenta de Santa Marta?

R.G.: Ufff. Eso es una relación que viene desde hace muchísimo tiempo. Cuando nosotros estábamos recién llegados al DAS había una oficina, que todavía existe, que es el área de investigaciones financieras. Ellos trabajaban mancomunadamente con la Unidad de Lavado de la Fiscalía y la UIAF del Ministerio de Hacienda. En la primera semana que yo estuve en el DAS fui con un detective de apellido Bohórquez a una reunión en la UIAF y quedamos de volver a la semana siguiente. Para mi sorpresa cuando lo fui a buscar a él para ir a la segunda reunión encontré esa oficina desolada. Preocupado llamé a Noguera que estaba en Medellín y le dije que tenía que asistir a la reunión pero que la gente del área de investigaciones financieras no estaba. En ese momento me enteré que él los había echado a todos del DAS. Él solamente me dijo que los tenía que echar del DAS. Más adelante me enteré que era que ellos habían encontrado información sobre vínculos de familiares de Jorge Noguera con narcotráfico y que por eso los había echado. La relación de Noguera con Eduardo Dávila va en ese sentido. Él mismo me dijo una vez, delante de Luis Fernando Pinzón, que fue el primer director de inteligencia, que él tenía que hacer gestiones ante los americanos para ver cómo ayudaba a los Dávila. Pinzón es testigo de eso.

BORRADA ANTECEDENTES

SEMANA: ¿Usted borró y modificó los antecedentes judiciales de narcotraficantes?
R.G.: Yo no borré las extradiciones de los narcotraficantes. El informe de policía judicial que reposa en el expediente dice que esas solicitudes nunca llegaron al DAS.

SEMANA: ¿Quién borraba y modificaba los antecedentes en el DAS?

R.G.: Yo sé que Jimmy Nassar, quien terminó siendo asesor de Jorge Noguera, ofrecía ese servicio. Yo he conocido gente del Bloque Centauros, aquí en la cárcel, que Nassar les ofrecía borrar sus antecedentes en el sistema a las personas que estuvieran interesadas. Cobraba entre 5 y 10 millones.

SEMANA: ¿Pero es imposible que usted como jefe de informática no se diera cuenta o participara de ese tipo de actividades?

R.G.: Cuando yo llegué como jefe de informática, en el sistema de información del DAS no había ningún tipo de auditoría. Yo me preocupé por renovar todos los equipos en el sistema central de cómputo para que tuviera mayor capacidad. ¿Para qué entonces yo iba a clavarme un cuchillo implementando un sistema moderno de auditoria? Lo que pasa es que Sandra Patricia Escárraga, de la oficina de informática vendía ese servicio de borrar los antecedentes y cuando yo la relevo del cargo fue a inteligencia a declarar contra mí. Es más, la gente que modifica los datos y prestan este servicio todavía está en el DAS.

OTROS PARAS-NARCOS

SEMANA: ¿Qué otros paramilitares tenían influencia en el DAS aparte del de Jorge 40?
R.G.: Yo lo que conocí fue la relación con el Bloque Norte de las AUC porque como era gente que yo conocía, sobre todo a los políticos... Alguna vez Noguera me dijo que tenía que hacerle un favor a unos paramilitares de los Llanos, que tenía que nombrarle a alguien porque le habían pedido ese favor.

SEMANA: ¿Los paramilitares de los Llanos eran los de Miguel Arroyave y el Bloque Centauros?

R.G.: Sí señor.

SEMANA: ¿Aparte de grupos paramilitares también había infiltración y colaboración con reconocidos narcotraficantes?

R.G.: A Diego Montoya le pasaban información reservada Giancarlo y Jorge Noguera y la idea no era para que se moviera sino para avisarle que había un soplón dentro de su organización que estaba informando dónde estaba ubicado. Giancarlo mismo me lo contó a mí cuando él estaba como director de inteligencia. Giancarlo me dijo que había llegado un informe de inteligencia en donde se decía que ‘Don Diego’ estaba siendo buscado por los lados de Cimitarra, que había que buscar la manera de informarle porque había un informante al interior de la organización . Que fuera del DAS, de la Policía o de la Fiscalía, no lo sé. Pero que había que ayudarle para que ubicara al informante. Jorge Noguera utilizaba a Jimmy Nassar como su mandadero porque era el que tenía las relaciones directas con el cartel del norte del Valle.

DUDAS

SEMANA: ¿Por qué hasta ahora, con lo que sabe, no ha recibido protección como testigo?

R.G.: La Fiscal misma dirigió un oficio a la oficina de protección de víctimas y testigos pidiendo protección para mí y eso demuestra la credibilidad que yo tengo para ella. Si yo estuviera mintiendo ella no hubiera hecho eso. Resulta que a mí me están criticando porque han dicho que yo hago todo esto porque estoy buscando beneficios por colaboración y el proyecto estrella del gobierno Uribe es la ley de Justicia y Paz que se reduce a que los señores miembros de los grupos paramilitares rinden una versión y el gobierno les da unos beneficios. Entonces yo pregunto: ¿Por qué es bueno para ellos y no para mí? El señor Comisionado dice que a ellos hay que creerles porque esto es un asunto de buena fe...

SEMANA: Pero dicen que parte de las cosas que usted ha contado son fantasiosas.
R.G.: Yo mismo le he dicho a la fiscal que prefiero no seguir declarando hasta tanto no me den una protección. Ella sabe que yo no he contado todo, lo sabe porque yo se lo he dicho. Ella es consciente que si yo no tengo protección yo no puedo seguir declarando. Tengo una familia que proteger. Yo no puedo seguir jugando con la vida de mi familia.

SINDICALISTAS

SEMANA: Háblenos sobre la lista que tenía el DAS sobre algunos sindicalistas y la campaña de exterminio.

R.G.: Mire, el señor Correa de Andreis fue detenido en Barranquilla por unidades del DAS de Bolívar. Yo me pregunto si como dice Rómulo Betancourt, el entonces director del DAS de Bolívar, que él no tenía jurisdicción en Barranquilla, por qué fueron señores del DAS de Bolívar a detener a Correa en Barranquilla. Cuando al profesor lo detienen, lo llevan a Cartagena. Después, Javier Mostarela buscó varias veces por teléfono a Jorge Noguera para pedirle que por favor interviniera a favor del señor Correa de Andreis. Jorge Noguera se le escondió. Ese señor me llamó a mí. Cuando yo le dije a Jorge Noguera que Javier Mostarella lo estaba llamando por el tema de Correa de Andreis él sí me dijo a mí que él no tenía nada qué hacer. Cosa que me pareció curiosa porque lo tenía detenido el DAS y él era el director del DAS.

SEMANA: ¿Cómo obtiene la lista de sindicalistas que iban a ser asesinados?

R.G.: Los detectives que me contaron del asunto me mostraron parte de la lista. Lo que yo hice fue anotar parte de los nombres. A mí me llamó la atención porque aparecía el nombre de Zullty Cotina que ya la habían asesinado y el de Correa de Andreis que fue asesinado después de que yo vi esa lista.

SEMANA: ¿Quién planeo esos asesinatos? ¿Eso venía de antes de llegar Noguera al DAS o fue implementado por él cuando asumió la dirección?

R.G.: Lo que me contaron los detectives de la subdirección de análisis es que fue algo que se manejó durante la administración de Jorge Noguera.

SEMANA: ¿Había una consigna de ‘eliminar’ sindicalistas y todo aquello que oliera a izquierda?

R.G.: No se si todo lo que oliera a izquierda pero sí personajes de ese sector.

SEMANA: ¿Usted le comentó eso a Noguera y él qué le dijo?

R.G.: Yo nunca le toque ese tema a él. Él nunca supo que yo estaba enterado de eso. Pienso que para mi fortuna porque si él se enteraba que yo sabía eso quién sabe qué me habría ocurrido.

SEMANA: ¿Esos crímenes eran ejecutados directamente por gente del DAS o por paramilitares?

R.G.: Eran ejecutados por grupos de autodefensa. Pero me dijeron que en particular el de Alfredo Correa de Andreis había sido ejecutado por gente del DAS. Yo le dije a la fiscal que también me mencionaron a un sindicalista de Cartagena que fue asesinado cuando iba con su niño agarrado de la mano.

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