martes, 17 de enero de 2012

Prohibieron el descenso a Malvinas de turistas argentinos a bordo de un crucero

El crucero, cuyo destino final fijado era la ciudad brasileña de Río de Janeiro, salió de la chilena Valparaíso el 7 de enero en un viaje de placer con 3.600 pasajeros, entre ellos 1.000 latinoamericanos -en su mayoría argentinos, brasileños y chilenos. (Télam)
Agencias

La cancillería argentina dijo esperar que la medida “se base en razones estrictamente objetivas y que no se trate  del enésimo acto   hostil   dirigido a turistas de varias   nacionalidades, así como  contra   ciudadanos argentinos que tienen el simple deseo y la aspiración de conocer las Islas Malvinas”.


El gobierno de las Islas Malvinas impidió recalar en el archipiélago a un gran crucero que viajaba con pasajeros argentinos, entre otras nacionalidades, tras argumentar que la decisión respondía a que se registraban a bordo “20 casos de gastroenterocolitis”.

Argentina espera que la decisión de las autoridades de las Malvinas, bajo ocupación británica y cuya soberanía reclama Buenos Aires, de prohibir el descenso de pasajeros, entre ellos argentinos, de un crucero por problemas de salud no se trate de un nuevo “acto hostil”, dijo el lunes su cancillería.

La cancillería argentina dijo esperar que la medida “se base en razones estrictamente objetivas y que no se trate del enésimo acto hostil dirigido a turistas de varias nacionalidades, así como contra ciudadanos argentinos que tienen el simple deseo y la aspiración de conocer las Islas Malvinas”, señaló en un comunicado.

Las autoridades de Malvinas, a las que Argentina considera “ilegítimas”, señalaron que resolvieron impedir el descenso de pasajeros, incluidos varios argentinos, del crucero Star Princess, debido a “un brote de norovirus” (gastroenteritis) y señaló que el virus “se ha convertido en un problema grave en los hospitales y barcos de todo el mundo”.

La decisión se adoptó luego de que Chile, Uruguay y Brasil confirmaran la semana pasada que prohibirán el ingreso a sus respectivos puertos de barcos con bandera de Malvinas, en el marco de una escalada verbal entre Argentina y Gran Bretaña a menos de tres meses del 30 aniversario de la guerra en las islas.

El gobierno de Cristina Kirchner sostuvo que “la nave, propiedad de una empresa estadounidense, había cumplido previamente con los protocolos sanitarios tanto de la Argentina como de Chile”.

Entre los pasajeros, había varios argentinos que pretendían rendir homenaje a los soldados caídos en la guerra de las Malvinas de 1982, en la que murieron 649 de sus compatriotas y 255 británicos.

Un comunicado de la Cancillería argentina difundido el pasado 2 de enero, en vísperas de cumplirse 179 años de que las islas fueran ocupadas por tropas británicas condenó “la ilegítima ocupación colonial británica”, que se ve “agravada” por “un provocativo y continuado desprecio” del Gobierno de Londres “al derecho internacional”.

“Esta ilegitimidad resulta agudizada por la presencia de la base militar establecida en el Atlántico Sur, invocando falsas necesidades de defensa, así como por el constante desarrollo de ilegítimas actividades unilaterales en la zona disputada”, remarcó.

Sostuvo que el Reino Unido toma medidas que “incluyen la expoliación, contraria al derecho internacional, de los recursos naturales renovables y no renovables del área y la realización de ejercicios militares, incluso el lanzamiento de misiles” desde las Malvinas.

“La región ha sido unánime en su rechazo a la presencia militar británica” en el Atlántico Sur y “ha manifestado su preocupación por las mencionadas actividades unilaterales” por medio de múltiples pronunciamientos de la Unasur, del Mercosur, la recién fundada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Iberoamericana, destacó.

También puso de relieve el apoyo del foro de Países Suramericanos y Países Árabes (ASPA) , la Cumbre de Países Suramericanos y Africanos (ASA) y el Grupo de los 77 más China.

Recordó que Argentina protestó “inmediatamente” el “acto de fuerza” ejercido por el Reino Unido el 3 de enero de 1833 al ocupar las Malvinas y desalojar a “la población y a las autoridades argentinas allí legítimamente establecidas”.

El 2 de abril de 1982, Argentina ocupó las Malvinas, lo que provocó la reacción de la entonces primera ministra británica Margaret Thatcher, que envió una fuerza militar al Atlántico Sur y supuso el comienzo de una guerra que concluyó con la rendición argentina el 14 de junio de ese año.

LRDS

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