martes, 13 de noviembre de 2012

Miguel Angel Pascuas: hay que evitar los errores del Caguán

Líder guerrillero Miguel Angel Pascuas
Prensa Latina

El líder guerrillero Miguel Angel Pascuas, uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), manifestó que en las actuales negociaciones de paz no pueden cometerse los mismos errores que en el Cagúan (1998-2002).



Con lo del Caguán nos confiamos, dijo en entrevista concedida al sitio digital Rebelión, y cuando las conversaciones se rompieron el enemigo, que se había preparado para la guerra, embistió con mucha fuerza.


Es cuando llega el llamado Plan Colombia, recordó, dirigido y armado por los gringos bajo el pretexto de la guerra contra el narcotráfico, pero era en realidad para acabar con nosotros, puntualizó.


Tras afirmar que luchará por la toma del poder hasta donde la salud y la vida se lo permitan, subrayó: Quisiéramos que fuera por la vía política y por eso hemos insistido en los diálogos con el gobierno.


Ojalá pudiéramos conformar un partido político sin que nos maten, como hicieron con el Partido de la Unión Patriótica, abundó rememorando el genocidio en el que "fueron masacrados unos cinco mil compañeros".


Conozco bien al enemigo y a su amo, los Estados Unidos, enfatizó. Ellos solo quieren nuestra rendición de rodillas, pero no la van a lograr, dijo.


Estamos aquí para negociar otra Colombia para las mayorías, no para rendirnos ni vendernos. Téngalo por seguro que no lo lograrán, refrendó.


Ojalá que ahora el gobierno sea sincero con sus intenciones, deseó, y podamos lograr acuerdos que nos pongan en el camino de un diálogo por la paz con justicia social.


Con 72 años de edad, Pascuas dirige desde hace dos décadas y media el VI Frente de las FAR-EP. Ante una pregunta del periodista, confiesa no sentir el más mínimo temor al saberse uno de los hombres más perseguidos de la guerrilla.


Me siento muy bien. No tengo miedo, porque ya estoy acostumbrado. A veces la salud molesta por culpa de los años, pero para dirigir no tengo problema. En varias ocasiones me ha tocado permanecer escondido por días, teniendo al ejército muy cerca, buscando cómo salir del cerco con mi tropa, narra.


Una semana antes de salir para La Habana, y continuar viaje para Oslo, Noruega, donde se instalaría oficialmente la mesa de diálogo (el 18 de octubre último), el ejército me tendió un cerco para tratar de capturarme o matarme, relata.


Fue en la zona donde yo debía encontrar a los representantes de Cuba y de la Cruz Roja Internacional que me trasladarían. Cuando el helicóptero fue llegando con ellos tuvimos todas las precauciones, pues el ejército podía volver a plagiar los signos de la Cruz Roja, como lo hizo para rescatar a Ingrid Betancourt, aunque eso está considerado como un crimen de guerra, precisa.


Imagínese, añade, que para salir de Colombia hacia Cuba, y después ir a Oslo a inaugurar las conversaciones, el gobierno le pidió a la Interpol retirar las órdenes de captura internacional que pesan sobre varios de nosotros.


Al volver de Oslo el gobierno volvió a pedir nuestra captura: tan solo en Cuba y Noruega no son efectivas. ¿Eso es lógico?, ¿eso es honesto ante los países garantes de este proceso?, se preguntó.


Pascuas afirma que cuando escucha que los tratan de terroristas no le produce nada porque sabe que las FARC-EP están luchando por una causa justa.


Tenemos una parte importante de la población de nuestro lado, sin ser combatientes. Es imposible avanzar en la guerra revolucionaria sin el trabajo político con la población, sin el dominio del terreno, postula.

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