sábado, 19 de marzo de 2016

Traducción al español de la entrevista para el periódico Unsere Zeit del Partido Comunista de Alemania DKP a Carlos A. Lozano Guillén, director de VOZ

Entrevista a Carlos Lozano, miembro del Comité Ejecutivo Central del Partido Comunista Colombiano y Director del semanario VOZ, para el periódico Unsere Zeit del Partido Comunista de Alemania DKP.


UZ: Camarada Carlos, tú eres uno de los mejores conocedores de los distintos momentos que ha tenido el conflicto en Colombia, escribiste varios libros. Algunos dicen que podrás ser considerado como uno de los artífices de una posible solución negociada. ¿Por qué es distinto el ambiente ahora, desde que se comenzó a hablar en La Habana?


Carlos Lozano: Bueno, tu eres muy generoso. Realmente el Partido Comunista Colombiano conoció desde el comienzo, hace 6 años, en la fase exploratoria y secreta, que se adelantaban contactos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC-EP en procura de establecer diálogos que condujeran a la paz estable y duradera. El partido decidió, por mi experiencia y mi participación en procesos anteriores, que yo asumiera esa tarea de contribuir a que esos contactos fueran fructíferos y se consolidaran. Lo hicimos en función de una decisión que se adoptó desde el 13 Congreso Nacional, en 1980, de proponer la salida política dialogada del conflicto colombiano sobre la base de paz con democracia y justicia social. En esta ocasión creimos que existían positivas condiciones, porque ambas partes coincidían en que no hubo solución militar posible. El Estado no derrotó a la guerrilla, pero tampoco esta al Estado dominante. En esas condiciones el único espacio era para la solución política dialogada. Trabajamos en esa dirección superando escollos y dificultades, como el asesinato de Alfonso Cano, comandante de las FARC, cuando estaban en marcha los acercamientos secretos. Nunca entendimos –ni antes, ni ahora- por qué Santos dio la orden de ejecutarlo cuando era el interlocutor en los diálogos. Hubo otros momentos dramáticos y peligrosos que amenazaron la estabilidad de la mesa de La Habana, pero afortunadamente pudieron superarse. El Gobierno reconoció la existencia del conflicto y hay voluntad de ambas partes. Es lo que propicio el ambiente favorable.



UZ: Algunos medios hablan de una firma de un acuerdo de paz para el mes de marzo. ¿Qué de cierto será?


Carlos Lozano: En septiembre del año pasado cuando se anunció el acuerdo sobre víctimas en La Habana, uno de los hechos más trascendentales del proceso, el presidente Santos y el comandante guerrillero Timoleón Jiménez se reunieron y entre los acuerdos establecieron como la fecha de la firma del acuerdo definitivo para el 23 de marzo de 2016. Sin embargo, los hechos demostraron que la fecha se estableció muy cerca para la magnitud de los temas pendientes. Para el 23 de marzo se anunciaría, tal vez, algún acuerdo significatoivo como el cese bilateral de fuegos, pero es evidente que no se resolverá el fin del conflicto. La mesa de diálogos se prolongará seguramente por unas semanas más. Lo importante es que ambas partes mantengan la decisión de ponerle fin al conflicto mediante un acuerdo democrático.



UZ: El 17 de febrero publicaste un artículo interesante en „Voz“, titulado „PaxColombia, otro plan de guerra“. Aludes al Plan Colombia de hace 15 años, con los devastadores resultados con decenas de miles de muertos, y que „PazColombia“ va por esta dirección…


Carlos Lozano: El Plan Colombia fue un plan guerrerista y contrainsurgente, impuesto por Estads Unidos hace quince años en momentos en que el gobierno de Andrés Pastrana dialogaba con las FARC, en el San Vicente del Caguán, municipio agrario al sur del país, en el departamento de Caquetá de fuerte influencia guerrillera. Fue algo contradictorio, porque Pastrana había privilegiado el diálogo y la solución política pero aceptaba un engendro militarista y en contravía de la paz. Este hecho generó desconfianza en las filas guerrilleras. Quince años después, el presidente Santos celebra en la Casa Blanca la efemérides del Plan Colombia y acepta  una nueva edición del mismo, ahora llamado Paz Colombia, que tiene también un fuerte componente militar. ¿Para qué se necesita un plan de esta naturaleza cuando estamos ad portas del posconflicto? Gener dudas y sospechas. ¿La historia se va a repetir como hace quince años? Son pasos riesgosos del Gobierno que demuestran las concesiones que Santos le hace al militarismo, a la extrema derecha y a los enemigos de la paz dentro y fuera del Gobierno.



UZ: Un problema fundamental de la posible paz en Colombia, más allá de que falta un acuerdo con el ELN, es cómo imponer que el Estado tanto como sus secuaces legales e ilegales no vuelvan a cometer delitos contra la población civil y los guerrilleros entonces desarmados, tal como lo conocimos en varias etapas de la historia en tu país. ¿Nos comentas los mecanismos de no repetición, zonas especiales de la paz y la insertación de los guerrilleros en estas zonas?


Carlos Lozano: Es una buena pregunta. El Estado dominante colombiano, dominado por la oligarquía ligada a los intereses imperialistas, siempre ha sido tramposo, nunca le ha cumplido al pueblo colombiano. Por eso ahora el acuerdo definitivo hay que refredarlo mediante un mecanismo legal y el mejor procedimiento es la Asamblea Nacional Constituyente. Clave para el acuerdo es resolver el problema del paramilitarismo y de sus nexos con los militares, la policía y agentes gubernamentales, las reformas democráticas deben establecer claros criterios al respecto. Este es un tema que no se resuelve solo con escoltas y medidas de seguridad, en lo fundamental es con la decisión política del establecimiento a la apertura democrática y a cambios sociales. De lo contrario será difícil llegar al acuerdo de paz estable y duradera. Esto lo tienen claro los sectores oligárquicos que anhelan la paz, la necesitan para sus negocios, para su mejor rentabilidad.



UZ: En julio será el 22 congreso del PCC. ¿Cuáles son los temas de más relevancia para los comunistas colombianios, más allá de su compromiso histórico por la paz?

Carlos Lozano: Sí el Partido Comunista Colombia convoca el 22 Congreso en la perspectiva de actualizar la línea políticas a las nuevas condiciones del posconflicto. Si se llega a la paz se abre una nueva etapa en la vida colombiana después de 60 años de confrontación armada y de terrorismo de Estado. El partido tiene que ser vigilante y garante de los acuerdos, que se cumplan los compromisos pactados en la mesa de La Habana. En las nuevas condiciones tiene que surgir un nuevo movimiento de la izquierda y los sectores democráticos, con la presencia guerrillera convertida en fuerza política sin armas, con opción de poder. La apertura democrática le sirve es a las fuerzas progresistas que se apoiyan en las masas, la oligarquía se apoyó para dominar en la violencia y en la precariedad de la democracia. Una paz estable y duradera es con democracia y justicia social, favorable a los cambios de fondo en la vida nacional.


UZ: Te agradecemos y les deseamos a los comunistas colombianos éxito en el congreso y al pueblo en general la verdadera paz duradera.


Carlos Lozano: Muchas gracias. Agradecemos la permanente solidaridad de los comunistas y las fuerzas progresistas alemanas. A pesar de la guerra sucia y de la persecución del régimen los comunistas nos mantenemos en pie de lucha con la esperanza de un mejor mañana democrático y socialista.


Nota: Esta entrevista se realizó en marzo del presente año, antes que se conociera el aplazamiento del Congreso del Partido Comunista Colombiano para el mes de noviemre del presente año y que los diálogos de La Habana presentara la afectación por la posición del Gobierno Nacional de revertir los acuerdos en la sub comisión temática sobre el cese bilateral y definitivo

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