lunes, 20 de marzo de 2017

La unidad es el camino

Por Nelson Lombana Silva

Tal como lo había planeado el Partido Comunista, Local Ibagué, el pasado 17 de marzo se realizó en la Asamblea Departamental del Tolima, el homenaje al director del semanario VOZ La verdad del pueblo. El itinerario tenía tres momentos de acuerdo a lo concertado con el compañero teniendo en cuenta su estado de salud y desde luego, su propia agenda: Rueda de prensa, el acto en la asamblea y una reunión con el Partido. Esa agenda se cumplió a cabalidad.


El comité ejecutivo del Partido Comunista, Local Ibagué, nos delegó en nuestra condición de secretario general del Partido en esta ciudad y a su vez, miembro del comité central para hacer las veces de oferente. Así pues, nuestras palabras fueron las siguientes:

Compañero
Carlos Arturo Lozano Guillén
Distinguidos integrantes de la mesa principal
Distinguidos compañeros y compañeras asistentes
Señores y señoras:

Tener con nosotros al compañero Carlos Arturo Lozano Guillén con nosotros, en su patria chica, realmente nos congratula y nos llena de esperanza en el futuro a pesar de los vaivenes del momento histórico a partir del incumplimiento de la burguesía colombiana en cabeza del presidente Juan Manuel Santos Calderón. No estamos dispuestos a renunciar a la esperanza, tampoco a la utopía de volver a pescar de noche tranquilamente como dijera Darío Echandía.

En este departamento comenzó la heroica resistencia del pueblo colombiano en la distante Marquetalia con el ímpetu heroico de 48 campesinos liderados por el comandante Manuel Marulanda Vélez en 1964. A la presencia de 16 mil militares por aire y tierra, con la directa presencia de asesores militares estadounidenses, tecnología de punta de la época, en el plan Latín América Security Operation, es decir, Plan Laso, los campesinos de la extensa región sobrevivieron escribiendo hermosas páginas que ratifican el principio de que los tiranos son efímeros y los pueblos eternos.

Ese conflicto social, económico, político, ideológico, cultural y militar que la clase dominante desarrolló sin sensibilidad alguna, exclusivamente para defender sus intereses de clase, cobró miles y miles de vidas humildes de hombres y mujeres, taciturnos y anónimos, no solamente en el Tolima, sino en vastas regiones del país. Un conflicto cruzado por la crueldad, la sevicia y la desinformación mediática, al extremo de ser consideradas las víctimas, victimarios y a los victimarios, víctimas. La historia oficial hasta ahora acerca de este verdadero holocausto, ha sido contada al revés.

Colocar fin a estos dramáticos 52 años de violencia ininterrumpida, debería ser el acontecimiento más importante y singular para los medios masivos de comunicación, para la clase dominante y para todos y todas. Este atisbo de paz que hoy brilla en el firmamento colombiano, debe robustecerse, fortalecerse y defenderse con coraje y decisión. No más muertos en Colombia, no más niños mutilados, no más mujeres pariendo hijos para la guerra, para la muerte, no más ancianos muriendo en la soledad terrible de la hambruna e incertidumbre que significa la violencia y el terrorismo de Estado. No más. Qué infamia de aquel que atiza la guerra y persiste que el pueblo se siga matando en la paradoja más absurda: ¿Quiénes son los guerrilleros? Hijos del pueblo; ¿Quiénes son los soldados? Hijos del pueblo; ¿Quiénes son los policías? Hijos del pueblo. Esos guerristas, que no conocen la guerra en el campo de batalla, deben ser señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia que habrá de comenzar a escribirse.

Tenemos que rendirle culto y admiración a la vida y a la paz, a la esperanza de que sean los hijos los que entierren a sus padres al cumplir el normal ciclo biológico y no como está sucediendo hoy. Por eso, queremos decir desde aquí al gobierno nacional que ponga fin al paramilitarismo, que de un solo gesto de buena voluntad concreto para que el proceso de paz con las Farc – Ep se implemente sin más sobresaltos y camine el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional, hacia el puerto venturoso de la paz total con justicia social.

En este proceso de grandes acontecimientos y sucesos horripilantes algunos por la crueldad de la guerra, hay que decir que el compañero Carlos Arturo Lozano Guillén ha puesto toda su inteligencia, toda su capacidad dialéctica y su virilidad a alcanzar y concretar la iniciativa del Partido Comunista Colombiano que hace rato planteó con decisión y sin ambigüedades: La salida política al conflicto social y armado.

Peregrino de la paz con justicia social, el compañero Lozano Guillén ha recorrido el país de extremo a extremo, pero también los continentes enarbolando la bandera de la paz y la reconciliación. No flaqueó ni en las horas más duras, donde el pan diario, eran las amenazas y los hostigamientos hasta del mismo alto gobierno. Muchas embajadas le ofrecieron asilo político, pero el compañero Lozano Guillén rechazó dichos ofrecimientos y se mantuvo firme en el país levantando la bandera blanca de la paz con decisión y coraje.

Lo hizo desde distintos escenarios del conocimiento. Como periodista al frente de la dirección del semanario VOZ La verdad del pueblo que este año completa 60 de circulación ininterrumpida, constituyéndose esto en un verdadero récord digno de reconocer públicamente por todos y todas.

También como escritor. Muchos de sus libros los ha dedicado al tema de la paz con sencillez y profundidad. De igual manera, como dirigente nacional del Partido Comunista Colombiano y vocero nacional de Marcha Patriótica. Toda la vida de Carlos Arturo Lozano Guillén la ha dedicado a contribuir a la construcción de la paz con justicia social y a una sociedad que tenga garantizada la salud, la educación, la vivienda, el bienestar, la tranquilidad y la justicia sin ningún tipo de privilegios.

Este sueño inmaculado de este ilustre tolimense, ibaguereño, abogado y periodista, se materializa, se hace realidad en la medida en que el pueblo se una y sea intérprete correcto de los acuerdos de la Habana, los defienda y apoye decididamente los diálogos con ELN. La unidad es el camino. La izquierda y los sectores democráticos deben estar a la altura del momento histórico buscando caminos de unidad con fundamento en un programa mínimo, unas reglas de juego claras de obligatorio cumplimiento y unos candidatos impolutos y comprometidos con los cambios que realmente necesita nuestra lacerada patria. Estamos seguros que en ese proceso, el compañero Lozano Guillén será factor importante al lado de su Partido y sus profundas convicciones ideológicas y políticas que le asiste.

Compañero Carlos Arturo Lozano Guillén bienvenido a su tierra y acepta este sencillo pero emotivo reconocimiento que hoy le queremos hacer todos los presentes y los que por una u otra razón no pudieron asistir. Sabemos que usted se merece esto y mucho más.

Gáfica pie de foto.- VOZ La verdad del pueblo recibe el Pergamino en la Asamblea del Tolima. Foto Nelosi.

Muchas gracias.


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